Muchas gracias ♥

viernes, 5 de junio de 2015

No quiero volver a verte, quiero verte volver.

Todo comenzó de manera anormal; nosotros nunca fuimos normales. Entre sonrisas, pilladas, saludos, tonterías, una plaza y un monte, un coche y el verano de mis 13 surgió todo. Casi cinco años después sigues siendo el protagonista de la mayoría de mis escritos, pero es que el primer amor no se olvida fácilmente. Sigo creyendo que vas a volver, a decirme que estos dos años sin ti han sido un sueño y que no te vas a ir nunca; ilusa de mí. Pero te sigo viendo. Te veo en cada coche pequeño, te veo en los blancos, en las obras, a las 8:30, los sábados de madrugada, los días que recojo la pocilga a la que llamo habitación, te saludo en el 2010, también en el 2011 y me despido en el 2012, te echo de menos en 2013 y en 2014 me voy acostumbrando a echarte de menos. Te veo en cada letra que escribo, en cada movimiento que hago, en cada vez que alguien me llama, en cada portero de discoteca, en cada vez que bajo al super, en cada abrazo que me dan, en cada saludo, en cada sueño, en cada mapa, en cada tienda, en cada ciudad que visito, en cada chico con el que me encapricho y lo dejo pasar porque no eres tú, ninguno va a ser tú, porque como tú no hay nadie. 

Me he convencido de que no quiero volverte a ver, pero sí quiero verte volver. No quiero volverte a ver reflejado en cada sonrisa que me echan, en cada par de ojos marrón chocolate, en cada ¿Qué tal?, en cada casa, en cada montón de arena, en cada paseo, en mi sitio favorito del mundo, en mi mente, en mis recuerdos, en el reflejo de mi alma. 
No quiero verte en ningún sitio que me recuerde a ti, porque lo que de verdad quiero es verte, ver como vuelves. No quiero que vengas a por mi con el mejor traje de príncipe de Disney y me lleves en un precioso carruaje de cristal para hacerme sentir una princesa, porque ya sabes que siempre he preferido tu bañador rojo, calcetines de invierno, botas de montaña y tu coche blanco que me hacen sentir la protagonista del cuento más ñoño de princesas. No necesito que vengas y luches contra mil dragones ni tengas mil aventuras para salvarme, con que vengas y no tenga que correr aire entre nosotros es suficiente. Lo único que necesito es que vuelvas, aunque no sea a por mí ni a verme, solo quiero ver como vuelves, hablar contigo, que me cuentes como te va todo allí y no habrá problema si se te escapa un "te he echado de menos". Yo te diré que estoy cumpliendo mis sueños, que estoy consiguiendo ser feliz, que las cosas me van bastante bien, que me mudaré a la ciudad donde nos conocimos, que voy a empezar la carrera que quiero aunque todavía me quede selectividad por delante, que he conseguido mis metas aunque me quedan muchas todavía, y no habrá problema si se me escapa un "yo también te he echado de menos"