Muchas gracias ♥

sábado, 16 de marzo de 2013

Chungas.

La Ribera, verano 2012. Unas cuantas chicas vienen de un largo viaje en bici, del que se podrían haber ahorrado la mitad del camino si una de ellas no hubiera dicho que las cuestas de Villaviciosa no las subía. Jo, es que cansan mucho. Sí, esa chica era yo. Gracias a mi recorrimos media Ribera en bici para ir a San Román. En vez de ir por Las Omañas y Villaviciosa las convencía para ir hasta Santiago, cruzar el río y llegar a San Román. Llegamos, compramos algo y nos sentamos un rato en esos bancos, lo típico de una tarde de verano. Allí había un chaval jugando al fútbol, Sergio, con el que nos pusimos ha hablar. Al rato llegaron tres chicas y le dijeron a Sergio que quien era su novia, a lo que el respondió que todas. Me giré para ver quienes eran y me fije que había una que me sonaba mucho, y no precisamente de algo bueno. Nos pusimos a hablar, nos presentamos y esas cosas. Me di cuenta porque me sonaba esa chica, ¡Eran a las que había mirado mal en las fiestas de Santiago y viceversa! Vinieron mas chicas, y al final de la tarde nos dimos cuenta de que eran geniales. Nos hicimos un par de fotos y nos dimos los teléfonos, para quedar otro día. Nos fuimos del camping de San Román felices y contentas gritando que teníamos nuevas amigas. Pero todo eso se desvaneció cuando llegamos a SMF. Paula, mi sevillana preferida, se iba. Hasta el año que viene no volvería a verla. Ese es el problema de la puta distancia, que hace que nos veamos solo 15 días al año. Nos despedimos de ella, fue duro pero con  recordar todos los momentos que pasamos en esos 15 días, te hace sonreír. Empezaba Agosto, el mejor mes del verano, sin despreciar mucho a Julio, que me encanta. En ese mes, seguimos quedando con las chicas de San Román, y cada vez nos caían mejor. Llegó Septiembre, octubre, noviembre y así pasaron los meses hasta que decidimos hacer un grupo de Whatsapp con ellas. Gracias a ese grupo, nos hemos hecho inseparables. Planeamos todo para poder vernos en Navidades, pero gracias a mis padres y a la mudanza, yo no puede ir. Ahora, en 14 días, las veré. He esperado demasiado como que ahora venga alguien y me lo vuelva a fastidiar, esta vez no. No sabéis las ganas que tengo de volver a verlas, de ver a mis Chungas. Ni os imaginais lo que las quiero, y este ha sido el primer verano de mucho que pasaremos juntas.

El porque de escribir hoy esta entrada es por una pregunta que me hicieron ayer: ¿Conociéndolas de tan poco tiempo las quieres tanto?Y sí, las conozco de nada, de unos meses, pero las he cogido mucho más cariño que a gente con la que llevo años. CHUNGAS, OS QUIERO MUCHO.