No habrá más sonrisas.

Yo, que era  feliz por encima de cualquier pero. Yo, que quería comerme el mundo cachito a cachito. Yo, que iba siempre con una sonrisa en la cara. ¿Donde está ese yo? ¿Dónde está el yo al que no le preocupaba nada? ¿Dónde está?  Ya no hay rastro de ese yo. Ahora queda otro yo. Un yo deprimido, amargado. Un yo que no puede más. Un yo al que le supera todo. Un yo que quiere desaparecer, será lo mejor.